Ciclo de Toma de Decisiones

Hablemos del mito del héroe. Nuestra cultura popular está llena de ellos: desde los clásicos héroes mitológicos como Aquiles, Hércules o Gilgamesh, pasando por los constructores de naciones como Julio César, Simón Bolivar, Alejandro Magno, Kailil Balam, Juana de Arco o Bochica.

Todos estos personajes tienen en común un rasgo: son personas superiores con una visión única que los hace ser, de hecho, los únicos capacitados para tomar decisiones adecuadas. Y los pueblos deben seguir su liderazgo.

En las organizaciones, no necesitamos héroes; necesitamos agilidad. Un error común es concentrar la toma de decisiones en una sola persona y esto, naturalmente, genera cuellos de botella y silos de mando. Sin embargo un error también frecuente es tomar decisiones sin la información suficiente o correcta.

 Hay tres preguntas que debes responder:

¿Eres capaz de tomar decisiones informadas? ¿Cuánto tiempo tardas en hacerlo? ¿Recibes retroalimentación de tus decisiones?

Rompamos el mito de la verticalidad: la Toma de Decisiones no es un proceso lineal. Es un ciclo para el cual la organización debe estar preparada. Un cambio profundo y necesario en las organizaciones que desean ser ágiles es delegar la toma de decisiones. Sobre todo, las que resuelvan problemas del día a día. Para poder lograr esta transición, todas las persoas deben comprender la importancia de resolver adecuadamente los problemas, conocer el alcance de sus propias decisiones en los demás y sobre todo, data suficiente para tomar decisiones correctas. Por último, pero no menos importante, debemos promover las “conversaciones difíciles” donde escuchemos la retroalimentación de nuestras decisones y las consecuencias, esperadas y no esperadas, que ellas tuvieron.

Cambiemos el mito del héroe que resuelve solo los problemas por la cultura del trabajo ágil en equipo, donde todas las personas cumplimos los objetivos estratégicos y aceleramos la entrega de Valor.