Comunicar lo que Realmente Importa

Cuando yo era niño, mi madre me decía constantemente que “hablando se entiende la gente” y se lo creí. Con los años de experiencia, he aprendido que ella tenía razón, pero era una razón parcial. Para poder hablar (entiéndase: comunicarnos) necesitamos tener varias cosas antes:

1. Convención. Todos los participantes debemos “convenir” o “acordar” un código que utilizaremos. Para ejemplificarlo, debemos hablar el mismo idioma, sino, la charla será inefectiva. Además, debemos estar de acuerdo en lo que significa cada palabra. Cuando yo digo “jirafa” debe significar lo mismo para todas las personas.
2. Contexto. Todas las personas debemos tener conocimiento previo mínimo para poder entender de lo que estamos hablando. Solemos cometer dos errores en este punto: dar por sentado que saben de lo que estamos hablando y no pedir aclaraciones por miedo a demostrar ignorancia.
3. Objetivo. ¡Esta parte es tremendamente complicada de alcanzar! En muchas ocasiones no sabemos lo que queremos lograr con la conversación y permitimos distraernos, perdernos o, peor aún, alejarnos de lo que realmente importa. Es como comenzar a platicar sobre lo mucho que te gusta el café con leche y terminar discutiendo sobre la crueldad animal. Ambos temas son importantes, pero no son relevantes en este momento, en este contexto.
4. Plazo. Es muy importante saber ser puntual en lo que se desea comunicar. Solemos redundar y buscar nuevos enfoques de lo que ha sido dicho ya. Comunicar bien también es respetar el tiempo de las demás personas.
5. Confirmación. Permite que la gente te explique, en sus propias palabras, lo que ha sido comunicado. De esta manera puedes tener certeza que has sido claro en tu explicación o solicitud o, en caso contrario, que aún no has logrado comunicarte correctamente.
6. Empatía. Por mucho, la más complicada. Me gusta usar una analogía para explicarla: Un quarterback tiene una función (lanzar el pase) y el receptor tiene una función (recibir el pase). Si el quarterback no entiende la situación del corredor, no se esforzará lo suficiente para enviar el balón de la mejor manera que le resulte más simple para completarlo; de la misma manera, si el corredor no hace su mejor esfuerzo para ganar ventaja y estar en el sitio donde han acordado que será enviado el balón, será un pase incompleto.

Muchos años después pude platicar esto con mi madre y, alegremente, logramos establecer una comunicación efectiva. Comunicamos lo que realmente importa y después, nos tomamos un delicioso café que preparé para ella.